En todo proceso de compra venta de empresas, es fundamental entender el modelo de negocio de la compañía con objeto saber donde están sus generadores de valor.
En primer lugar, deberemos segmentar nuestra empresa en función de su tamaño, ya que hay ciertos compradores de empresas que si no llegan a cierto volumen a ventas, EBITDA etc… no tendrán interés en nosotros.
Los compradores que denominamos financieros, solo se interesan por empresas con un tamaño considerable, que suelen rondar un mínimo de 3 millones de euros de EBITDA aunque muchos tienen su corte en cifras de negocio incluso superiores. Dentro de este grupo de compradores, estarían los capital riesgo y “private equity” cuya única finalidad es obtener rentabilidad estrictamente financiera e intervienen poco en la gestión.
¿Por qué les interesa comprar empresas de cierto tamaño? Hay varias razones. La más importante se debe a que al no ser expertos en el sector, buscan comprar una empresa en funcionamiento que disponga de un equipo directivo formado y experimentado que permita dar continuidad a la compañía en ausencia del socio fundador. Este tipo de compradores buscan invertir en empresas que no sean personalistas y que la rentabilidad futura no venga determinada por la permanencia o no del anterior propietario.
Por otro lado, cuanto más grande sea la empresa, más sólido debería ser (en teoría) su modelo negocio, mas recursos a nivel humano y por tanto, mas fortaleza ante los posibles alteraciones en el ciclo económico. No obstante este punto es muy discutible y habría que valorar el tipo de compañía y sector ante el que nos estamos enfrentando.
Al margen de estas matizaciones, es muy probable que un fondo de inversión o “private equity”, descarte la compra de nuestra empresa por considerarla demasiado pequeña al no cumplir los criterios mínimos establecidos por su organización, salvo que tengan alguna compañía participada, y les pueda interesar realizar el “build up” o “add on”, es decir, comprar una empresa para integrarla en otra u otras en la que ya estén invertidos para hacer un grupo mas grande que genere sinergias y aporte valor.
Debemos considerar que la mayoría de los fondos de inversión y compradores financieros tendrán una vocación “temporal” de permanencia, ya que su objetivo es incrementar notablemente el flujo de caja durante los 5 o 6 años de permanencia en la compañía para pasado ese tiempo, venderla por un valor muy superior al de compra. De este modo, la rentabilidad al comprar una fábrica se consigue por dos vías: por la via del dividendo y por la venta.
En mi opinión, los compradores “financieros” suelen pagar peor que los compradores industriales ya que al no tener una vocación de permanencia, van a exigir unas rentabilidades muy altas.
En segundo lugar, tenemos a los compradores de empresas que vamos a denominar “compradores industriales”. Nos referimos a inversores que ya están desarrollando una actividad parecida a la nuestra y que buscan realizar un crecimiento inorgánico. Este tipo de inversores, buscan comprar una empresa o comprar una fábrica con vocación de permanencia. Es decir, no buscan una salida rápida o una rentabilidad estrictamente financiera, sino que son profesionales del sector y buscan algún tipo de estrategia que genere valor en sus negocios.
Hay numerosos motivos por los que comprar una empresa en Madrid o en cualquier otro sitio:
1.- Integración vertical:
Puede ser que un empresario decida invertir en una empresa para llevar a cabo una integración vertical de su cadena de valor. ¿Cuándo puede resultar interesante la compra de una empresa en estos casos? Cuando tengamos un proveedor que es estratégico en nuestra cadena de valor y queramos controlar la calidad y el suministro (precios, entrega).
Pensemos en una fábrica de pan de molde. Una de las materias primas críticas que utiliza en su proceso productivo es la harina. Tiene sentido que la empresa decida comprar una fabrica de harina para controlar una fase crítica de su cadena de valor. La calidad de la harina puede tener un impacto tremendo en la calidad de su producto y por tanto, en su cadena de valor.
Por tanto, pueden tener interés en controlar la fabricación de su principal materia prima para reducir la posible incertidumbre que les puede generar no controlar a su principal proveedor.
Una integración vertical, puede suponer comprar una empresa cliente. Imaginemos que una empresa tiene un cliente que tiene un peso importante en su cartera de clientes y que considera necesario controlar, ya que la pérdida de ese cliente, puede suponer una merma sustancial en las ventas y puede hacer peligrar la viabilidad del negocio. En este caso cobra sentido la compra de una empresa que sea cliente.
2.- Integración horizontal.
Es posible que los compradores de empresas busquen llevar a cabo un crecimiento inorgánico invirtiendo en la compra de una empresa competidora dentro de su mismo sector o en un sector afín (integración horizontal).
¿Por qué le puede interesar a un empresario comprar una empresa en Madrid o en cualquier otra parte del mundo que sea además competidora?
- Acceso a mercados en los que no están presentes. Comprar una empresa establecida ya en un mercado puede ser mucho más barato que entrar con sus propios recursos. Si se compra una empresa ya establecida, desde el momento mismo en que se materializa la compra la empresa está generando flujo de caja. Además como la empresa ya está establecida y tiene experiencia, se conoce el mercado y aprovechando la curva de aprendizaje adquirida a los largo de sus años de historia, reduciendo la incertidumbre e incrementando la rentabilidad. Es posible hayamos pagado más, pero la recuperación de la inversión en términos de rentabilidad será mucho mas rápida. Estos nuevos mercados pueden ser a nivel de clientes (nuevas regiones o países) o a nivel de productos.
- Eliminación de competidores. Hay ocasiones que sea más interesante comprar una empresa a un competidor que intentar competir con él, algo que podría provocar un consumo de recursos injustificado.
- Diversificación. Es posible que nos interese expandirnos a otro tipo de industria que desconocemos dentro de un mismo sector, con el objeto de generar sinergias en ambos negocios. Imaginemos una empresa fabricante de productos de cerdo blanco. Tal vez le pueda interesar introducirse en el mundo del ibérico por las enormes sinergias que puedes existir entre ambas industrias, ya que los canales de distribución pueden ser los mismos. Además, la inversión en empresas del sector puede servir para diversificar su negocio reduciendo la volatilidad de su flujo de caja.
Comprar una empresa en Madrid o en cualquier parte del mundo, supone llevar a cabo un crecimiento inorgánico que tiene enormes ventajas para quien quiera ser comprador de sociedades o empresas. En primer lugar, por la curva de aprendizaje, que permite que en muy poco tiempo, se esté a plena capacidad, y en segundo lugar, porque el aprovecharnos del “know how” de la empresa comprada nos permite reducir los errores que podemos cometer su queremos meternos en una industria que no conocemos en Madrid o donde sea.
¿Cómo comprar una empresa en Madrid?
La compra de una empresa en Madrid es un proceso complejo que debe ser realizado con un equipo de asesores expertos en fusiones y adquisiciones (M&A) y compra venta de empresas en Madrid. Hay muchos aspectos que mirar y analizar y el no realizarlo con un equipo experimentado puede provocar que cometamos un error comprando la empresa equivocada, o pagando un precio mucho más elevado del que deberíamos haber pagado.
Hay muchos compradores de empresas en Madrid, pero debemos ser cautos y analizar en profundidad lo que nos están proponiendo. En la Comunidad de Madrid nos hemos encontrado multitud de casos de empresarios que pagan las empresas al contado, sin condicionar una parte del precio, aunque sea pequeña a nada.
El último grupo de compradores de sociedades e inversores son los famosos MBO y LBO.
¿Qué es un MBO? El management buy out (en inglés) supone la compra de empresas en Madrid por parte de los directivos o gerentes de la empresa que se pretende vender. Tiene la ventaja de que los compradores conocen la empresa y nos pondrán menos pegas a la hora de cuestionar su viabilidad. El inconveniente es que estos compradores de empresas suelen tener menos recursos financieros para realizar la compra, pero si confiamos en el modelo de negocio de nuestra empresa, podemos fiarnos y permitir que nos paguen parte de precio aplazado.
El LBO (leveraged buy out) es similar al MBO.Es muy habitual escuchar Compramos empresas en Madrid a directivos de empresas que quieren ser empresarios. En este caso, a diferencia del MBO, son directivos de otras empresas la que realizan la adquisición, normalmente con un inversor financiero que les aporta los recursos necesarios para cerrar la compra de la sociedad en Madrid.