Valoración de empresas
Para cualquier empresario, su o sus empresas es una de las partes más importantes del patrimonio. Siendo de vital importancia conocer su valor tras una valoración previa.
Hay multitud de empresarios que quieren vender sus empresas pero desconocen el valor intrínseco de sus negocios. En otros casos, una jubilación sin descendencia al frente del negocio, el cansancio y agotamiento o simplemente la necesidad de obtener liquidez es lo que lleva a pedir una valoración de un negocio.
¿Para qué valorar una empresa?
- Si decidimos vender la compañía, buscar un socio, ampliar capital, buscar un inversor, fusionarse, etc. Con ello, se facilitará la elaboración de argumentos y contra-objeciones que refuercen la negociación del precio solicitado.
- Tasación de sociedades en procesos de restructuraciones operativas, si pretendemos vender una parte de la empresa o simplemente abandonar un producto o negocio.
- Valorar Start up o proyectos de emprendedores que necesitan la preparación de un plan de negocio y un plan de viabilidad. En la mayoría de los casos, tanto administraciones públicas, como business angel o cualquier organización con interés en invertir en un proyecto, requerirá de esta planificación.
- Para cuantificar activos intangibles y fondos de comercio en posibles transacciones con accionistas e inversores.
- Valoración de sociedades a efectos de la elaboración de Estados Financieros derivadas de la aplicación de la normativa contable (test de impairment, precios de transferencia…).
- Valoración de negocios por disputas de herencias familiares, o a la hora de preparar las disposiciones testamentarias.
¿Cómo se realiza la valoración de empresas?
Por desgracia, en muchas ocasiones, las firmas tasadoras de empresas se limitan a valorar la sociedad en una fase liquidatoria o mediante su valor contable. De esta forma, no se tiene en cuenta la cantidad de dinero que el negocio en sí mismo es capaz de generar. Sin embargo, en la comunidad financiera internacional hay consenso sobre el método a la hora de valorar una empresa. Este se basa en el descuento de flujos de caja libres, descontados al coste medio ponderado de capital (WACC).
De una forma simplificada, este sofisticado modelo de valoración de sociedades consiste en que el valor de una empresa depende de los flujos de caja libre que es capaz de generar en el futuro. Estos flujos, descontados a una tasa que recoge el riesgo que se asume al invertir en dicho proyecto. Por tanto, este método de valoración es mucho más avanzado que una mera liquidación de los activos a precio de mercado. En él, se considera la riqueza que dichos activos pueden llegar a generar en la actividad de la empresa.
Realizar una valoración es un proceso laborioso y complicado que obliga a la preparación de una cuenta de resultados, balance y estado de cash flow, con unas hipótesis de proyección y un complejo modelo de actualización de flujos. Una vez calculado el rango de valor en la tasación de empresas, comparamos el valor obtenido con múltiplos de operaciones similares, (EBITDA, ventas, etc..). Con objeto de dar consistencia a la valoración.
Proceso y metodología
Valorar una empresa es un proceso muy laborioso que exige considerar todas las variables generadoras de valor. Hay que conocer muy bien el negocio y entender su capacidad para generar flujos de caja futuros. Dependiendo del caso, es posible que sea necesario realizar un análisis de escenarios. Este se realizará con objeto a simular en función de las diferentes hipótesis de plan de negocio y los diferentes valores de tasación de empresa que se obtienen.
En PRETIVM, para la valoración de empresas, utilizamos la misma metodología que utilizan las grandes multinacionales en sus salidas a bolsa, pero haciéndola accesible a las pequeñas y medianas empresas. Esta metodología de tasación de empresas permite argumentar la valoración y dar la seguridad al empresario sobre nuestro argumento. Es un traje a medida cuyo valor puede ser defendido ante terceros de forma indiscutible.
Exhaustividad y comunicación
Valorar empresas supone tener que realizar una proyección a perpetuidad del plan de negocio de la empresa. Se deben realizar proyecciones de cuenta de resultados, balance, inversiones, así como de todas aquellas variables que permitan elaborar un modelo de previsión de resultados futuros lo mas fiable posible.
Tras la tasación de negocios, muchos empresarios se sorprenden al ver que su empresa vale mucho más que los activos (restando sus pasivos) valorados a precio de mercado. La clave es conocer este valor y ser capaz de justificarlo a un potencial vendedor.
Es esencial que la valoración de una empresa a valor de mercado la realice una firma experta en fusiones y adquisiciones de empresas que esté en permanente contacto con el mundo real de la transmisión de empresas. El hecho de que la consultora se dedique a las complejas operaciones de M&A, nos puede dar una idea del tamaño y profesionalidad e la firma que va a realizar la valoración.
¿Cuánto vale mi negocio? ¿Cómo valorar mi empresa? Son cuestiones a las que nos encantaría poder responder de una forma más personal.