Vender empresas en tiempos de recesión.

En los últimos meses estamos siendo bombardeados por parte de los medios de comunicación sobre las consecuencias que la pandemia y la crisis en Ucrania van a tener sobre la economía y el crecimiento económico en nuestro país.

Parece claro que el fuerte incremento en los precios, el enorme endeudamiento de los países de nuestro entorno, y especialmente grave en España, tendrán unas consecuencias fatales para nuestra economía.

Aún no sabemos si las consecuencias se traducirán en una desaceleración en el crecimiento o en una grave crisis económica. Nosotros apostamos más por lo segundo.

Muchos empresarios tienen relativamente reciente la anterior crisis económica, y nos preguntan si es buen momento para vender su empresas.

Es complicado dar una respuesta porque la realidad es que depende de muchos factores.

En primer lugar debemos analizar nuestra situación personal.

Debemos pensar si estamos cerca de la edad de jubilación, si tenemos o no sucesión que quiera continuar con nuestro legado, y de no se ser así, si tenemos a alguien capaz de sustituirnos al frente de la compañía.

En todo proceso  de venta de una empresa familiar, en la que la propiedad tenga un papel protagonista en la gestión, será fundamental encontrar un equipo que sea capaz de llevar la dirección de la compañía con independencia de la propiedad.

En segunda lugar, deberemos valorar el sector en el que estamos.

Bien es cierto que se acerca un cambio de ciclo, con subida de tipos de interés y fuerte caída en el consumo.

Este hecho no es para nada positivo, en primer lugar porque los compradores industriales, que en realidad son empresas del sector, verán como la recesión afecta a su modelo de negocio y por tanto, a sus resultados.

Esto provocará un miedo entendible a llevar a cabo operaciones corporativas, por la incertidumbre existente en el mercado y la posibilidad de asumir pérdidas futuras.

Por otro lado, la subida de tipos provocará una reducción en las posibilidades de financiación, y todo caso, un mayor flujo de caja para el pago de la deuda, lo cual reducirá la tasa de retorno para el accionista y el valor generado por la compra.

La consecuencia directa de todo esto es una reducción en lo múltiplos en la valoración de empresas y en los precios pagados, lo cual debilitará las operaciones de compra  venta de empresas y la bajada de operaciones corporativas.

Pero no todo es negativo. Siempre hay sectores acti-ciclicos que se convierten en valores refugio para los compradores.

Deberemos analizar en que tipo de sector estamos. Si estamos en sectores con poca exposición al ciclo económico, puede ser la oportunidad para llevar a cabo una operación de venta de empresa y capitalizar el esfuerzo y trabajo de toda una vida.

Por otro lado, las crisis económicas son oportunidades para los compradores de empresas, ya que aquellas empresas con modelos de negocio interesantes , pero mal gestionadas, se verán abocadas a situaciones complicadas que pueden generar oportunidades par aun comprador que sea capaz de aprovacharlas.

 

 

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