¿Quién puede comprar mi empresa? ¿Quién compra empresas? Son preguntas a las que los asesores en venta de empresas solemos enfrentarnos.

Cuando un empresario se plantea la venta de su empresa, una de las primeras cuestiones que se plantea es quién podrá comprar su empresa. En primer lugar, habría que identificar si el negocio que se pretende vender es una start up o una empresa en funcionamiento ya consolidada y avalada por unos resultados históricos. Vamos a identificar que tipos de compradores existen para empresas en funcionamiento ya consolidadas.

En PRETIVM identificamos dos tipos de inversores privados para empresas:

1.- Fondos de inversión/prívate equity/capital riesgo: Representan instituciones de inversión y en ocasiones pueden ser también inversores privados que buscan en esencia rentabilidad financiera. En muchas ocasiones no son expertos en sector, y no se involucran en el día a día. Suelen invertir en empresas de más de 10 millones de facturación y EBITDA superior a los 2 millones de euros siendo, buscando básicamente empresas sólidas que pueden vivir sin el actual propietario. En ocasiones suelen aportar su know how en la gestión. Buscan sectores con EBITDA recurrente y estable y con posibilidades de crecimiento. En ocasiones valoran mucho el “exit” (posibilidad de venta a un tercero) al cabo de unos años. No recomendables para empresas en las que hay un alto grado de vinculación del propietario en la gestión y tenga como propósito abandonar la empresa ya que suelen buscar empresas con equipo gestor.

2.- Empresas del sector: Puede tratarse de una integración horizontal, integración vertical o alguien del sector que no sea competir directo pero que le aporte sinergias.

a) Integración horizontal (competidor directo): Se trata de una empresa que se dedica a la misma actividad. En este caso buscaría un crecimiento por absorción. Lo habitual es que el inversor en la empresa pretenda introducirse en un mercado en el que no está presente, reduciendo el tiempo de curva de aprendizaje al comprar una empresa ya funcionando. Además, en la inversión, el comprador al lograr tamaño, puede obtener economías a escala.

b) Integración vertical (algún cliente o proveedor): Si se trata de un cliente para el que el proveedor es estratégico, el inversor tratará de reducir su dependencia integrándole en su cadena de valor. Un ejemplo claro serían aquellos casos en que los proveedores son críticos en el proceso productivo del cliente (Producción de leche en el caso de una quesería).

d) Empresas de diferente industria pero de un sector afín. Aunque es menos frecuente, podría suceder que dentro de una misma industria hubiese algún comprador interesado en diversificar su actividad, buscando crecer en el mismo sector pero en diferente industria. Un ejemplo sería un fabricante de puertas de madera que compra una empresa fabricante de ventanas de PVC. Para que un inversor privado compre la empresa, debe ser imprescindible el logro de sinergias, bien compartiendo red comercial, o parte del proceso productivo.

 

 

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